La farola
A partir de 1900, Sorolla se dedica intensamente a cultivar el género del paisaje, buscando panorámicas del norte, que abordó con más libertad y un método de ejecución rápido y certero, resolviendo un lienzo medio en una o dos sesiones. Precisamente en busca de estas panorámicas, el ya famoso pintor, se traslada con su familia para pasar las vacaciones en Galicia en verano de ese mismo año. Con esa intención, viajan a Vigo y Baiona (Pontevedra), con la idea de pasar tres meses allí para pintar la pintoresca costa, escenas de romería y sobre todo la playa. Baiona contaba con casa de baños en la playa de la Concheira y recibía «veraneantes» de Vigo y madrileños. El pintor alquiló una casita como albergue frente al mar.
A pesar de que su estancia fue breve, ya que el 8 de julio tuvo que salir precipitadamente para acudir a una homenaje a Valencia, tuvo tiempo de realizar por lo menos dos paisajes, uno de los cuáles es esta pequeña tabla.