Sala IV

Retrato de doña Emilia Pardo Bazán

JOAQUIN VAAMONDE

A Coruña, 1871 – Meiras (A Coruña), 1900
1227 – Retrato de doña Emilia Pardo Bazán
1896. PASTEL/PAPEL
DONACIÓN. MARÍA DE LAS NIEVES QUIROGA Y PARDO BAZÁN, MARQUESA VIUDA DE CAVALCANTI

Joaquín Vaamonde Cornide, nace en A Coruña en 1871. Aprendío ya de niño a dibujar con Isidoro Brocos, dando a coñecer os seus dotes artísticos. Tras unha tempada cos seus pais en Sudamérica, regresou a Coruña onde coñeceu á escritora Emilia Pardo Bazán, quen asumiu o papel de protectora e introduciulle no ambiente burgués tanto da Coruña como de Madrid, proporcionándolle unha gran clientela, entre a que destacou polos seus retratos ao pastel.

Joaquín Vaamonde Cornide, nace en A Coruña en 1871. Aprendió ya de niño a dibujar con Isidoro Brocos, dando a conocer sus dotes artísticas. Tras una temporada con sus padres en Sudamérica, regresó a Coruña donde conoció a la escritora Emilia Pardo Bazán, quien asumió el papel de protectora y le introdujo en el ambiente burgués tanto de A Coruña como de Madrid, proporcionándole una gran clientela, entre la que destacó por sus retratos al pastel.

Joaquín Vaamonde forma parte de la denominada Generación Doliente, término acuñado por Felipe Bello Piñeiro, en referencia a un grupo de pintores gallegos distinguidos por sus tempranas muertes debidas a la tuberculosis. Joaquín Vaamonde Cornide, muere en el Pazo de Meirás, bajo el cuidado de su protectora en 1900, a la temprana edad de 29 años. Tras la muerte del artista, Emilia Pardo Bazán personificó a Joaquín Vaamonde en su novela La Quimera (1905), en el personaje de Silvio Lago.

Su obra, de un realismo refinado, tiende hacia la idealización del retratado al modo en que se hacía en París y Londres por aquel entonces, ejemplos que conocía de primera mano gracias a sus constantes viajes por Europa durante el período estival. En esta obra al pastel de factura rápida y suelta, realizada tras el verano de 1886, aparece retratada la escritora coruñesa Emilia pardo Bazán, rebosante de vitalidad y elegancia con tocado y capa negros, sobre fondo neutro, lo que permite destacar el rostro y profundizar en la psicología del personaje. Destaca especialmente el elaborado uso del color negro, realzado por la intensa mancha azul sobre el pecho, de efectos casi impresionistas.

Audioguía

Retrato de doña Emilia Pardo Bazán | 1227 - Joaquín Vaamonde