Sala IV

Puerto de A Coruña

JUAN MARTÍNEZ ABADES

Gijón, 1862 – Madrid, 1920
5337 – Puerto de A Coruña
1896. ÓLEO/LIENZO

Juan Martínez Abades (Gijón, 1862 – Madrid 1920) comienza sus estudios académicos en el Instituto Jovellanos de Gijón, demostrando extraordinarias dotes para el dibujo. En 1880, se traslada a Madrid para ingresar en la Escuela de Bellas artes de San Fernando y continuar con su formación artística. Ocho años después, la diputación de Oviedo le concede una pensión que le permitirá marcharse a Roma, en donde permanecerá dos años, tras los cuales se asienta a Madrid hasta su muerte en 1920.

Juan Martínez Abades (Gijón, 1862 – Madrid 1920) comienza sus estudios académicos en el Instituto Jovellanos de Gijón, demostrando extraordinarias dotes para el dibujo. En 1880, se traslada a Madrid para ingresar en la Escuela de Bellas artes de San Fernando y continuar con su formación artística. Ocho años después, la diputación de Oviedo le concede una pensión que le permitirá marcharse a Roma, en donde permanecerá dos años, tras los cuales se asienta a Madrid hasta su muerte en 1920.

Durante su estancia en Madrid, hará constantes viajes a su tierra natal para pintar al natural, especializándose en Marinas, tema que desarrollará a lo largo de su vida y en el que cosechará grandes éxitos.

La obra que estamos viendo, titulada Puerto de A Coruña, es una de las ocho que se presentaron para la Exposición Nacional de 1897. Esta marina de la ciudad de A Coruña, de formato apaisado y partida por una linea de horizonte que divide el lienzo a la mitad, como es habitual en la producción del pintor gijonés, es un buen ejemplo de por qué sus marinas fueron tan demandadas. Sus extraordinarias dotes para el dibujo quedan patenes en el cuadro así como el magistral manejo del color que muestra a la hora de pintar el mar coruñés, repleto de brillos, sombras y reflejos, fruto un rico cromatismo producto de sus estudios al natural.

En este cuadro, realizado en 1896, podemos ver a la izquierda la antigua muralla de la ciudad flanqueando el jardín de San Carlos y la derecha, la fortaleza del Castillo de San Antón, cuya historia se remonta a una pequeña capilla, dedicada a San Antón, construida a finales de la edad media. Usada como lazareto por aquel entonces, en el s.XVI se reconvierte en fortaleza, protegiendo a la ciudad de varios ataques, pasando después a usarse como prisión en el siglo XIX para, finalmente, a medidos del s.XX, unirse a la ciudad por medio de una pasarela artificial y convertirse en la sede del Museo Arqueológico Municipal.

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Puerto de A Coruña | 5337 - Juan Martínez Abades