Sala VI

Rosalía

ALBERTO DATAS PANERO

A Coruña, 1935 – Madrid, 2007
6377 – Rosalía
1993. ÓLEO/TABLA

Nacido en A Coruña, inicia sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad herculina. En 1956 marcha a Madrid a estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, ampliando sus estudios en Venecia y Roma.

Nacido en A Coruña, inicia sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad herculina. En 1956 marcha a Madrid a estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, ampliando sus estudios en Venecia y Roma.

Su comienzo estilístico se remonta a la pintura figurativa, que abandona en su madurez hacia los años ochenta, para volcarse en una eclosión vitalista. Durante este tiempo el artista participa como referente de la generación Atlántica. En ese momento, su producción derivará hacia la abstracción orgánica de Kandinsky, la gestualidad y el automatismo del dripping de Jackson Pollock, la estética del feísmo (Dubuffet) y el gusto por el garabato (grupo CoBRA). Sus óleos, de gran formato, establecen la búsqueda del artista por plasmar el pensamiento y los sueños, retomando referencias de Roberto Matta.

Rosalía es una obra de madurez donde intensifica el expresionismo respecto de etapas anteriores. En este lienzo, la abstracción convive con las sugerencias figurativas, expresadas a través de rostros y cuerpos delimitados por la sinuosidad de los trazos blancos y negros superpuestos con un fondo indefinido de colores y de manchas. Son estructuras simbólicas, una especie de mosaico desordenado de fragmentos donde el ser humano se fusiona indisolublemente con el medio. De esta manera el artista vuelve a diferenciar lo lineal de lo cromático, algo que ya había utilizado en los años setenta, para acentuar ahora la ambivalencia entre figuración y abstracción. A su vez, Datas exalta el ritmo como potencia vital, originaria, que desborda o dominio sensorial.

Conforma la técnica compositiva mediante un magma de manchas alargadas, de actitud expresionista y gestual que, según Simón Marchán, en el caso de los blancos, parecen haberse arrojado contra el lienzo indefenso advirtiéndose rastros del goteo o del uso de manchas yuxtapuestas y contrapuestas. En su proceso creativo, el artista recurre al automatismo como método de trabajo y el color adquiere especial protagonismo, agudizado por el dramatismo del contraste entre blancos y negros salpicados de amarillos, negros y azules.

Audioguía

Rosalía | 6377 - Alberto Datas Panadero