Sala Vi

Fuengirola

JOSE MANUEL DE LABRA

A Coruña, 1925 – Palma de Mallorca, 1994
4952 – Fuengirola
1958. ÓLEO/TABLA

Coruñés de nacimiento, José María de Labra y Suazo estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Compaginó la figuración postcubista con la abstracción. En 1953 aparece en el artista una vertiente más experimental, de síntesis geométrica con el constructivismo intuitivo que le lleva a trazar elementos plásticos depurados con rigor lineal y cromático. Algunas de sus obras introducen técnicas y materiales nuevos, como retículas de cuerda o metal, varas de madera…

Fuengirola supone su paso hacia el “forzal”, concepto que hace referencia a la interacción de forma y fuerza, así como a la relación dialéctica entre idea e imagen que Labra ideará en 1959. En esta obra, el pintor utiliza una serie de formas de líneas rectas y curvas en color blanco, negro, malva y gris, dispuestas en dos registros horizontales: el superior, con colores más oscuros y en el inferior, más claros. La figura geométrica aparece con o sin volumen en múltiples variaciones, acercándose al arte cinético en su espacio interno y con una paleta casi monocromática, recurso que el artista utiliza para provocar la sensación consciente en el espectador. La geometría también se presenta como una herramienta simbólica, un punto de partida para llegar al purismo geométrico como elemento catalizador de la expresión, característica muy presente en obras posteriores.

Coruñés de nacimiento, José María de Labra y Suazo estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Compaginó la figuración postcubista con la abstracción. En 1953 aparece en el artista una vertiente más experimental, de síntesis geométrica con el constructivismo intuitivo que le lleva a trazar elementos plásticos depurados con rigor lineal y cromático. Algunas de sus obras introducen técnicas y materiales nuevos, como retículas de cuerda o metal, varas de madera…

Fuengirola supone su paso hacia el “forzal”, concepto que hace referencia a la interacción de forma y fuerza, así como a la relación dialéctica entre idea e imagen que Labra ideará en 1959. En esta obra, el pintor utiliza una serie de formas de líneas rectas y curvas en color blanco, negro, malva y gris, dispuestas en dos registros horizontales: el superior, con colores más oscuros y en el inferior, más claros. La figura geométrica aparece con o sin volumen en múltiples variaciones, acercándose al arte cinético en su espacio interno y con una paleta casi monocromática, recurso que el artista utiliza para provocar la sensación consciente en el espectador. La geometría también se presenta como una herramienta simbólica, un punto de partida para llegar al purismo geométrico como elemento catalizador de la expresión, característica muy presente en obras posteriores.

Audioguía

Fuengirola | 4952 - Jose Manuel de Labra