Carlos Maside perteneció a la vanguardia artística gallega, al denominado grupo Os novos u Os renovadores > . Iniciado como ilustrador en el ámbito de las artes gráficas, tuvo como maestro artístico e ideológico al intelectual Castelao. Además de grabador, Maside fue pintor y muralista, teniendo como referente a los mexicanos Siqueiros, Orozco y Rivera.

Su obra ofrece una narrativa entorno a la cultura popular aunque también trató el género paisajístico urbano y rural, además del retrato. Escribió ensayos sobre el realismo dentro de géneros relativamente tempranos como en “En torno a la fotografía popular”. que es un ensayo sobre el impacto y el desarrollo de la fotografía de época como herramienta artístisca, que el pintor concibe más allá de la simple toma fotográfica: la psique o el alma del retratado.

En 1926 viajó a París gracias a la concesión de una bolsa de estudios, lo que le permitió conocer a los vanguardistas europeos y las obras de Gauguin y Cézanne. Influenciado por su estancia en la ciudad de la luz y por el arte de la estampa japonesa, Maside fragmentó el espacio pictórico en varias zonas de color, como en su óleo Tienda, obra clave de la pintura renovadora gallega cuya temática de mercado popular refleja la cultura de entreguerras absorbiendo la estética expresionista alemana influencia de George Grosz o de Otto Dix.

Este óleo parte de una composición diagonal abigarrada, de vigoroso cromatismo. Concebido como sucesión de pequeños, vibrantes y geométricos planos de color, alguno de los cuales aparece enmarcado con línea negra. Su técnica expresa una evolución en el pintor, ya que traslada al óleo la técnica de la estampación xilográfica. Con esta obra, Maside participó en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 junto a otros artistas españoles, exponiendo en distintas ciudades norteamericanas entre 1931 y 1932.

A partir de 1947 mantendría una fluida correspondencia con Luis Seoane, al que Maside ve como el mayor exponente de la vanguardia gallega.